Las doce familias de almas reencarnadas en el planeta Tierra, ¿A cuál perteneces?

Cuando hablamos de familia, lo primero que nos viene a la cabeza es nuestra familia terrenal, nuestros padres, hermanos, primos, etc. Pues, saber que durante miles y miles de años, nuestra Alma ha estado muy unida a una familia más universal llena de particularidades.

Antes de empezar a leer, saber que este artículo está basado en una canalización que recibió Marie Lise Labonté en el año 2001. Esta canalización detalla las doce familias de almas hoy en día reencarnadas en el planeta Tierra y nos habla también de sus misiones.

Si es la primera vez que vas a leer sobre familias de almas, es muy recomendable que durante la lectura olvides quién eres en la Tierra. La idea no es buscar que tu identidad terrestre encuentre quién es, sino que dejemos de ser ella y sintamos una vibración real con nuestra verdadera naturaleza.

Las 12 familias de almas

FAMILIA DE LOS MAESTROS

En su seno residen, entre otros, los Maestros Ascendidos. El objetivo de la existencia de estas almas es iniciar el movimiento. Cuando se encarnan, se convierten en dirigentes, en iniciadores de algún movimiento, ya sea en la luz o en las tinieblas.

No existe juicio, esta alma es libre; y a través del filtro terrestre, tiene la opción de optar por el amor y la luz, o por el desamor y destrucción. En cualquier caso, en él seguirá habitando la llama divina; esa Luz que es incondicional como la Fuente y que le acompañará hasta que transforme esa elección.

El maestro es quien dirige, quien transmite y muestra el camino, el que inicia el movimiento a partir del amor y de la humildad. No necesita ser reconocido con ningún título, ya que tiene muy claro que lo es, y lo es por naturaleza, con la responsabilidad que esto conlleva.

A algunos esto puede quedarles algo grande y en consecuencia rechazar y no respetar esa energía, alterándola con sus actos. Para esta familia, una de las pruebas de la encarnación es el ego: atracción por el poder o por la manipulación.

Muchas almas de esta familia, muestran una gran necesidad de conocer su propósito, como si la vida les dejara un sin sabor si no sienten la conexión con su misión.

Nada les hace felices si no están en coherencia con su propósito. Saben que han venido a hacer algo grande y no descansarán hasta dar con ello. Tienen un gran enfoque de las cosas y una verdad que reina dentro de ellos, no llegando a entender la naturaleza de aquello que va en contra de esa verdad.

Así es el maestro, aquel que inicia el camino.

LA FAMILIA DE LOS SANADORES

La familia de los sanadores es una gran e importante familia que engloba a muchas otras. Las almas miembros de esta familia, trasmiten la energía de la sanación proveniente de su interior y la canalizan y difunden de todas las maneras posibles. Son almas que han recibido muchas iniciaciones en sus manos, corazón y conciencia.

Aunque intentarán bloquear su naturaleza, activarían la sanación. Esta energía es tan operativa que aunque posara descuidadamente su mano sobre una persona, surtiría efecto. Eso sí, su poder se vuelve más intenso siendo consciente de ello, por eso es muy importante que estas almas abran sus ojos a la realidad; en favor del resto y para ellos mismos. Esto último es muy importante, ya que resistir a esta energía, genera bloqueos en forma de desequilibrios físicos, emocionales y mentales.

Reconocer a los miembros es fácil, todos se resisten a la sanación; a pesar de estar dentro de ellos, se empeñan en buscarla en el exterior y siempre piensan que el “otro” es mejor sanador que ellos.

Su reto está en la enfermedad y superarla. Todo lo que van aprendiendo de los procesos curativos, están deseando transmitirlo hasta el punto de involucrarse hasta el fondo. Empatizan tanto que hacen suyos los procesos curativos de las personas cercanas has que sientan que su labor con la misma ha finalizado. Para esta familia una de las pruebas de encarnación también es el ego; un ego inflado o desinflado del sanador. Son dos extremos, o se subestiman o se sobrestiman.

La energía de sanación es muy fuerte y esto puede resultar un riesgo en cuanto a que se sientan tan poderosas que puedan aprovecharse de ello; aunque es cierto, que estas almas no son víctimas de nada ni nadie, sino que esto es parte de su aprendizaje en la rencarnación.

LA FAMILIA DE LOS GUERREROS SANADORES

Ya hemos comentado que la familia de los sanadores está formada por varios núcleos y esta familia de guerreros sanadores es una de ellos.

Su responsabilidad radica en la protección del flujo de la sanación. Se encargan del alineamiento y la protección de la sanación allá donde se encarnan (ya sea en el universo de las almas o en el de la Tierra, en Mercurio o en Arturo.), además de defenderla ante cualquier energía incompatible.

Estas almas, velan por que esta energía sea canalizada en su máxima pureza, es decir, en la energía del amor.

Tienen un gran sentimiento de responsabilidad y en necesario que tengan cuidado ya que tienden a cargar mucho peso sobre el hombro y pueden caer en la tentación de sentirse salvadores del mundo. Exactamente, esta es una de las pruebas de su encarnación.

Emplean símbolos (anillos o collares) con un significado específico y se rigen por un código común. Son muy sólidas porque han recibido la iniciación de la familia de los guerreros para reforzar su condición de guerrero al servicio de la sanación.

Son almas que viven la vida de forma apasionada y muy apegada a la materia y familia. Normalmente eligen experiencias donde existen conflictos que resolver a base de fuerza y constancia. Dan mucho y no se permiten recibir a penas nada, no quieren ser una carga para el resto.

LA FAMILIA DE LOS CHAMANES

La familia de los chamanes también es parte de la familia de sanadores. Estas almas han elegido seguir al fluir del chamanismo en el planeta Tierra. Tienen dedicación plena en el equilibrio de la energía del planeta con la energía interplanetaria.

El chamán es la vibración propia del alma y su propósito es ayudar a que tanto el planeta como los elementos que lo componen sanen y equilibren sus vibraciones.

Son transmisores de la energía de la transformación. Tiene la capacidad de transformar la capa física, de transmutar órganos internos y sus cristalizaciones, o extraer de las plantas sus propiedades, siempre al servicio de la sanación.

Las almas miembros de esta familia son numerosas y son capaces de reconocerse y conversar de forma telepática entre ellos. Sienten la necesidad de anclarse en lugares precisos para activar desde ese punto la sanación en el planeta. Si fueran capaces de emplear la identidad de su alma en su totalidad y sin juzgar, podrían desplazarse a través del tiempo y espacio con su cuerpo físico.

Una de sus pruebas en la encarnación es la de quedar abstraídos por la experiencia personal. Corren el riesgo de olvidar quiénes son y pasar por alto esa energía de sanación, esa naturaleza guerrera y capacidad de transmutación que les caracteriza.

Estas almas, se sirven de rituales y símbolos sin siquiera saberlo. Es importante que se hagan conscientes de las señales que reinan su camino y que sientan una conexión especial con la naturaleza, con los elementos de su entorno, con el agua, el fuego, la tierra, el aire, el cielo, con los materiales naturales.

Deben trabajar con ayuda de su cuerpo físico ya que les servirá de canal para transmitir la energía de sanación y para la transformación. Tienen mucha capacidad de ver a través de las personas y de empatizar con ellas.

LA FAMILIA DE LOS GUERREROS

Esta familia no parte de la familia de sanadores. Su esencia es la de proteger la energía: la energía luz o la energía oscura. Para ellos no existen intermedios, si así lo deciden, protegerán la vibración del alma.

Durante su encarnación y su aprendizaje terrestre, tienden a ejercer el rol de salvadores; pero cuando el alma del guerrero se reconoce más allá de la tercera dimensión, actúa sin pretender salvar al mundo.

Su misión consiste en defender, trabajar, actuar para que la oscuridad no vaya más allá y proteger al universo de las almas; y lo hacen con una entrega y amor total.

Algunas almas de esta familia, llegan a olvidar su origen convirtiéndose en guardaespaldas y perdiéndose en la segunda dimensión.

Los guerreros son fáciles de distinguir puesto que no son muy sociables, más bien, acostumbran a cerrarse en su guarida y ser ariscos, aunque eso sí, tienen un gran corazón y siempre están dispuestos a defender y salvar.

Son intrépidos, fuertes y con un gran sentido de lo que es correcto y lo que no, siempre, eso sí, en base a sus valores. También son algo cabezones e inflexibles hasta que no se demuestre que están equivocados.

Otra cualidad que los caracteriza es que son muy pasionales y odian las injusticias.

LA FAMILIA DE LAS HADAS ALQUIMISTAS

Estas almas son muy especiales ya que se encarnan en la Tierra para espiritualizar la materia, desmaterializar todo lo que tocan y elevar automáticamente su vibración.

Algunas se encuentran muy cerca de los ángeles y se pasan la vida revoloteando como las mariposas. Normalmente se resisten a la encarnación y es precisamente esa su prueba.

Estas almas dan la impresión de vivir en la inopia, como ausentes. Podrían atravesar paredes con su capa física, cosa que explica sus problemas con las llaves, ya que se olvidan de que lo necesitan. Son personas que tienen mucha fantasía y buscan lo bonito en la oscuridad, y la monotonía les harta. Han decidido reencarnarse porque su presencia ayuda a transmutar la materia, no porque les guste la densidad.

Su capacidad de volatilizar matera sin apenas darse cuenta, hace que tengan la sensación de que lo pierden todo. Tienen la impresión de estar enraizadas incluso cuando están volando y les cuesta definir lo que va arriba y lo que va abajo.

Si logran conocerse mejor, podrían aplicar su poder y emplearlo en la sanación, comunicación o en todos los oficios que se propongan. Son capaces de transmutar todo lo que tocan, lo que significa, enfocarse en un estado vibratorio y activarlo hasta perder su identidad y hacerse uno con el principio divino. La clave, el amor.

Son las encargadas de transmitirnos el siguiente mensaje: “¡Despertad, queridas almas, pues podéis espiritualizar la materia!”

Son almas muy sensibles y con gran capacidad de amar, tanto que cuando les falta o se sienten incomprendidas, les cuesta mucho conectar con la Tierra y desean no estar aquí.

Son muy soñadoras y por eso necesitan muchas horas al día de descanso reparador y de sueño profundo. Cuando están bien, tienden a endulzar el ambiente allí donde se encuentren, por eso se convierten en el centro de atención; cuando están mal, pueden cambiar la energía de todo aquel se esté cerca

LA FAMILIA DE LA COMUNICACIÓN

Los miembros de esta familia se dedican a comunicar y transmitir el amor de varias formas: lo hacen a través del arte, la música, la escritura, la poesía, etc.

Lo que caracteriza a estas almas es que no están atadas a lo físico, de hecho, lo físico no tiene ninguna importancia, su único propósito es comunicar y hacer que su mensaje llegue a todas partes a  través de los canales que conoce.

No destacan por su enraizamiento, por eso, es fácil que caigan en manos del mundo de las drogas y vicios; y su ligereza no las ayuda a encarnarse.

Son muy sociables, les encanta estar rodeados de personas y sentir su público cerca, pues como ya hemos comentado, comunicar, expresar y transmitir, es lo que les mueve. Viven en el mundo de las ideas y tienen gran capacidad de canalizar, pero les cuesta llevarlo a Tierra, materializarlo, y necesitan transmitir a otros sus ideas y proyectos para poder así llevarlos a cabo.

Son por tanto excelentes creativos pero no creadores.

LA FAMILIA DE LOS ENSEÑANTES

Los miembros de esta familia enseñan todo lo que pueden enseñarte, transmiten el fluido del conocimiento y experiencias. Nos enseñan el amor, la luz, la escucha, la pérdida de ilusiones, la importancia del aquí y ahora. En su condición de almas encarnadas, siempre van a favor de la verdad, del saber; su deseo de enseñar es inmenso y esto les colma de felicidad.

Se consideran los guardianes del conocimiento difundidos en los planetas, también llamados, los guardianes del umbral, pues esta familia, administra el total de conocimientos del todo el Universo.

Son almas fácilmente reconocibles, tienen gran capacidad de aprendizaje, asimilación e integración. Siempre quieren y necesitan saber el porqué, y tienen una intuición muy fuerte cuando algo no suena a verdad.  Cuestionan y tienen deseo por el debate, mostrando gran capacidad para ponerse en la piel de otros y cambiar de puntos de vista.

Son eternos estudiantes, parece que nunca se sienten preparados para enseñar, su lema es “siempre se puede saber más”. Son exigentes y perfeccionistas, se autocuestionan  y necesitan asimilar hasta hacer suyo el conocimiento antes de transmitirlo, necesitan estar muy seguros de lo que dicen o enseñan. Esto les hace creer poco en sí mismos  llegando a necesitar la aprobación y valoración externa.

Con el objetivo de trasmitir su sabiduría en lenguas clásicas, la esencia y la verdad,  disfruta del don de consultar los Registros Akáshicos, y en la Tierra se presentan como especialistas en numerología, kabala o lenguas como el sanscrito.

En caso de que vieran que el camino del conocimiento se viera distorsionado, podría ser que esta familia se escindiera y creara una nueva familia de guerreros del fluido del conocimiento.

Al igual que a los maestros no les hace falta ningún título que los defina, estos tampoco necesitan ninguna etiqueta, son enseñantes por naturaleza y son grandes canalizadores de conocimiento. De hecho, cuando comprenden la identidad de su alma, son capaces de recibir gran cantidad de información desconocida en la Tierra; nunca deben dudar en canalizar el conocimiento y retransmitirlo.

LA FAMILIA DE LOS BARQUEROS

Aunque a primera vista parezca que no tiene relación, está familia es una escisión de la familia de los sanadores.

Su misión es la de ayudar a las almas en el tránsito por los distintos umbrales vibratorios del más allá que tienen que atravesar. Están muy cerca de los umbrales angélicos y arcangélicos, de los maestros ascendidos y de las chispas divinas.

En la Tierra acompañan en los cambios que se van dando, por ejemplo, en el paso de la infancia a la adolescencia, en el tránsito de la muerte, etc. Los miembros que la componen sólo han pasado un umbral vibratorio por eso su identidad no está muy consolidada.

Suelen ayudar a la familia chaman a alinear las transformaciones. A menudo entablan comunicación con el más allá, siendo la noche un momento propicio para ello.

Durante la encarnación y a la hora de levantarse podrían exclamar: ¡Qué duro he trabajado esta noche! Y no sería ninguna mentira, puesto que son almas que no paran, trabajan día y noche. Además gozan de una gran cualidad y es la de querer ayudar a las almas en todo momento y lugar. En cuanto alguien solicite su ayuda, no dudarán en acudir.

Los barqueros atraen a almas errantes sin identidad, las reconocen del más allá, puesto que fueron ellos quienes las ayudaron a pulir su identidad vibratoria. Son barqueros de amor.

Una característica es que suelen sentir nostalgia del más allá, y para evadirse de ese sentimiento, muchas caen en el mundo de las drogas y sustancias alucinógenas. Otros desean morir y volver al estado de chispa divina, ya que no se sienten muy identificados con su identidad vibratoria.

También tienen grandes capacidades extrasensoriales. Tienen una forma muy concreta de sentir el amor y cuando llegan a esta encarnación, suelen sentir que no saben apreciar la forma que tienen de hacer cosas; esto les provoca una desconexión con su naturaleza y pasan la vida buscando reconectar. Por eso, muchas veces buscan la soledad. Otra característica de esta familia es que son muy sensibles y tienen gran capacidad de empatía.

LA FAMILIA DE LOS INICIADORES DE CONCIENCIA

La acción de los miembros de esta familia es fugaz. Llegan para un periodo muy corto de duración con el objetivo claro de despertar la conciencia en el planeta donde se encarnan y a ponerse al servicio de la evolución del planeta.

No realizan ningún movimiento que no sirve para ser consciente de algo. Están presentes en las catástrofes sociales como terremotos, accidentes, huracanes. También forman parte de esos episodios tráficos en los que existen seres asesinados o torturados tendiendo que abandonar la Tierra de forma brusca.

Creen que manifestarse así es la manera de despertar a la humanidad; ya que cualquier aprendizaje pasa primeramente por la toma de conciencia, y a partir de aquí, la puesta en práctica y la integración.

Son muy solidarios con la gente y muy exigentes consigo mismos. Son capaces de resumir y extraer la esencia de los aprendizajes para luego transmitirlos y les sirva a otros para cambiar.

LA FAMILIA DE LOS PILARES

Son muy pocas las que están encarnadas actualmente en la Tierra y están en continua comunicación con otros planetas. Sus miembros se parecen a los chamanes y también a los sanadores, pero no lo son. Su voluntad se aplica a sanar los planetas, los universos interplanetarios e interestelares. Crean anidaciones y gracias a las cuales los rayos y fluidos pueden viajar y llegar hasta los planetas y estrellas.

Son almas con mucha densidad, por lo que cuando un miembro de esta familia se sienta al lado, en seguida se siente su presencia. Su misión es la de enraizar los planos celestes en la profundidad de la Tierra y recrear conexiones entre lugares sagrados del planeta.

Tienen mucho trabajo y seguirán teniéndolo ya que velan por el equilibrio y unión, por el equilibrio de las energías y para generar nuevos circuitos energéticos, sobre todo en aquellos planetas sujetos a cambios decisivos. Allá donde vayan, enraízan la energía del más allá en el más acá. Son los encargados de anclar las vibraciones de la Fuente.

Una de las dificultades de su encarnación reside en su capa física, deben cuidarse mucho en términos de alimentación. Normalmente son cuerpos robustos, necesitan de mucha masa muscular y ósea. En el momento de la encarnación necesitan de densidad física; dependen de lo físico, saben cómo emplear la materia y transmutarla.

En definitiva, son los guardianes de este Universo, tienen la capacidad de transmitir grandes cargas y hacerlo llegar a la Tierra. Conocen al máximo detalle el universo de las familias de almas, son capaces de recibir su energía y ayudarlos a descender vibratoriamente, lo que ayuda en su manifestación en la densidad de los planetas.

Disponen de una gran fuerza de mutación y de transmutación. Los pilares se mueven por las familias de almas y vigilan los movimientos de la energía.

LA FAMILIA DE LOS MECÁNICOS

Por su nombre podemos intuir que son almas que vienen a reparar el planeta. Son miembros de sanación expertos en la mecánica y reparación de ciertos circuitos del tejido del planeta.

Suelen ir acompañados por pilares o por chamanes en el seno de su familia terrenal. Entre sus tareas están las de hacerse cargo del medio ambiente, de elementos del subsuelo, aire, etc.

Sienten necesidad de hacerse cargo de la Tierra, de la naturaleza. En el más allá, se encargan de reparar el campo energético, ese velo magnético que forma parte de los universos conscientes.

Existen muchas almas miembro de esta familia encarnada en la Tierra y serán reconocibles puesto que se hallarán en grupo sensibilizados por la protección del ecosistema, o se dedicarán a la sanación o escritura, o todo aquello que contribuya en la sanación y regeneración del planeta. Tienen gran capacidad para conectarse con la naturaleza, los animales y los niños pequeños.

Para estas almas es clave el poder vivir en el hábitat del planeta, se sienten enamorados de la Tierra. Día y noche se encuentran recibiendo información sobre su hábitat y sobre planetas habitados por sus hermanos.

Necesitan entender la mecánica, el funcionamiento y la esencia de las cosas, la energía, pensamiento y emociones; una vez lo entienden, las manejan y procesan perfectamente.

Fuente: triskelate.com